El sillón y su capacidad para transformar un espacio
El sillón, desde su creación, nos ha permitido múltiples usos: tomar un descanso, trabajar, crear un espacio de diseño, decorar un evento o ser una fuente de ingresos mediante su creación. Su historia, que inició hace miles de años, así lo confirma. Hoy, te contamos esta historia, pero también cuáles son los beneficios de tener sillones en casa y cómo sacarle provecho a su versatilidad para transformar tus espacios.
Breve historia del sillón
El sillón es un mueble bastante conocido en el mundo moderno y es usado para tomar merecidos descansos, pero también para trabajar. Sin embargo, la aparición de este mueble tiene una larga historia detrás.
Se cree que su origen se remonta al Antiguo Egipto, donde era usado como un mueble de lujo exclusivamente para mujeres. En esa época, fueron construidos en madera de cedro con finos relieves tallados a mano y un trabajo impecable de pintura y acabados, razón por la que eran bastante apetecidos.
Otras culturas, como la asiria, usaron por la misma época muebles a los que también dieron el nombre de sillones, pero estos eran usados en reuniones majestuosas, es decir, de carácter formal e importante. Con el tiempo, este tipo de sillas se empezó a utilizar en otras culturas adaptándose a la época, los gustos y necesidades.
Precisamente estos gustos y épocas crearon sillones con estilos reconocidos por sus particulares nombres, como el Luis XIII, Regencia o Luis XV donde, con cada uno, se buscaba tener cada vez mayor comodidad y ostentar más elegancia mediante sus formas y materiales.
Además de ser muebles de lujo, para encuentros solemnes o de la realeza, esta silla se utilizó también en labores profesionales, momento donde se crea el sillón dental, que tuvo lugar a inicios del siglo XIX en Norteamérica y del que se sacó la idea de tener reposacabezas y pies acolchados en sillas para uso en el hogar.
La versatilidad de los sillones
Si volvemos a la historia, veremos que la novedad en el estilo de los muebles ya se veía incluso desde el Antiguo Egipto, donde las sillas ya tenían la estructura de cuatro patas, el respaldo y el asiento de los muebles de hoy, pero con los detalles propios de la época.
Son estos detalles en las formas y diseños que han permitido que, hasta hoy, comprar un sillón sea una aventura permeada por las múltiples posibilidades que brinda el mercado. Estas posibilidades, además, nos permite:
-
Encontrar muebles versátiles que se adaptan a los espacios fácilmente.
-
Tener mobiliario que combina perfecto solo con elegir el mismo material.
-
Ver diseños novedosos que evocan diferentes épocas.
-
Contar con más posibilidades de amueblar una casa o habitación.
-
Tener enseres de diseño que, además, son prácticos y funcionales.
-
Descansar en un mueble cómodo sin renunciar a un buen diseño.
Y es que las opciones de estos muebles, en términos de sus formas, parecen no tener fin gracias a la variedad en las estructuras de los sillones bonitos y sus materiales.
Por ejemplo, los respaldos varían en sus largos y anchos, brindando, entre otros, bordes circulares, rectangulares, en cubo y orejeros. Los asientos, por su parte, cambian en cuanto a si están unidos al respaldo, poseen cojín y que tan abullonados o planos son.
Las patas amplían la variedad. No solo por la cantidad, que pueden ser de una a cuatro, también porque muchos tienen mecanismos giratorios que los convierten en muebles aún más versátiles.
Materiales que debes tener en el radar
La versatilidad y variedad de la que hablamos no solo se debe a las formas de las sillas y sillones, que son múltiples tanto como novedosas, también el material tiene qué ver en esto. Aquellos que deberías tener en cuenta y qué más sobresalen, son:
El cuero, que puede ser natural o sintético. El primero es de origen animal, el cual es sometido a un proceso de curtido el cual le da la resistencia y durabilidad característica, al tiempo que un tacto suave y cálido que se arruga al presionarlo. Por su parte, el sintético es un material artificial que se elabora a partir de fibras naturales o sintéticas como el plástico, que imitan por completo al cuero natural.
Los precios de sillones hechos en estos materiales varían de acuerdo a las características de producción de los mismos y, por supuesto, en si es natural o sintético.
Luego están los textiles como el terciopelo, el lino y la lona. Estos tres materiales son de origen natural, el primero es suave y brillante formado por hilos cortos y densos que sobresalen de la superficie. Una de sus características es que brilla y cambia de color según el ángulo de la luz del sol.
El lino está formado por fibras de esta planta y se caracteriza por ser fresco y rugoso al tacto. La lona, presente en sillones y muebles de jardín como las tumbonas, puede estar hecha de algodón, lino o cáñamo, tiene un tacto áspero y firme, pero una apariencia casual.
¿Sillones para habitación? Aprende a usarlos
Usar en una habitación muebles diferentes a una cama cómoda también es una costumbre creada hace miles de años, cuando la realeza tenía habitaciones que hoy bien podrían ser un apartamento.
Y, aunque los dormitorios de las casas actuales no tienen la posibilidad de tener una sala al lado de la cama, sí que permiten usar muebles adicionales para hacer del espacio un lugar más confortable. Además de la cómoda, los sillones para habitación están en la lista. Pero, ¿en qué utilizarlos? Hay varios usos.
El primero es como un mueble para crear una zona de lectura. Este se puede complementar con una mesa de centro o auxiliar y una lámpara. Este mismo rincón te sirve para hacer el cambio de ropa si no cuentas con un walk-in closet o si prefieres no cambiarte en el baño. Así también, te servirá para amamantar o alimentar a tu bebé o leerle a los más pequeños en tu regazo.
Finalmente, puedes usar este mueble como complemento de tu tocador de arreglo personal. Así, podrás utilizar los sillones para dormitorio como un método fácil con el cual crear un espacio cómodo en el cual puedes hacer tu rutina de cuidado facial o capilar.
Ideas para transformar tus espacios
Transformar un espacio puede ser un reto desalentador cuando no tenemos pistas sobre cómo hacerlo. Pero aquí, vas a encontrar tres ideas para transformar tus espacios creando tres estilos que no pasan de moda.
-
Crea un ambiente acogedor y rústico: utiliza mobiliario de madera maciza, alfombras de fibras naturales, cojines en colores cálidos o tierra y plantas verdes en maceteros que combinen con los colores del ambiente. Agrega muebles y elementos decorativos como sillones pequeños junto a mesas con velas, o cestas en fibras para potenciar el espacio.
-
Si quieres lograr un espacio moderno y minimalista: elige muebles con fondos sólidos en colores neutros o grises y complementa con accesorios en vidrio como espejos, cuadros, lámparas o apliques de pared, eso sí, elige pocos objetos.
-
Para crear un espacio uno bohemio: elige muebles estilo vintage, agrega mesas de centro antiguas y cojines con motivos étnicos. Las plantas, alfombras y decoraciones a mano vendrán bien en este espacio.
Lugares para usar un mueble de una plaza
A decir verdad, cuando hay creatividad puedes poner tu sillón de una plaza en un cualquier rincón de la casa, por supuesto, hacerlo con intención mejorará visiblemente su uso.
Por ejemplo, en la sala puede complementar tu sofá o mesa de centro, pero, según su diseño, también puedes usarlo como silla de comedor, sea en la sala o en tu cocina. La habitación, como viste, permite varios usos de este mueble. Incluso si tienes un walk-in closet lo puedes usar para enriquecer este espacio.
Un pasillo largo y ancho es el lugar ideal para esta silla, puedes crear un espacio de diseño usando un cuadro con luz de acento y vualá. Finalmente, los sillones también son aptos para tu oficina. Sea que los utilices para recibir clientes o en un espacio de descanso, escoger un mueble adicional a tu silla de escritorio sin duda mejorará el lugar.
¿Buscas otros productos? Mira las siguientes categorías:
Tipo: Sillón reclinable - Sillón orejero
Material: Sillón de tela